La guía definitiva para hacer A/B testing en tus campañas de email marketing

Qué es un test A/B en email marketing

Los tests A/B implican la comparación de dos o más versiones (lo que se conoce como test multivariante) de contenido dirigido a personas similares al mismo tiempo. Puedes usarlo para probar cualquier cosa, desde textos en una misma página de tu sitio web hasta anuncios de pago y, por supuesto, tus emails de marketing o transaccionales.

En el mundo del email, los tests A/B te permiten modificar distintas partes de tus emails para probar qué versión funciona mejor con tu audiencia en términos de tasas de apertura, clics y conversiones. Por ejemplo, ¿añadir un emoji a un aumento de la línea de asunto aumenta la tasa de apertura? ¿Un botón rojo chillón (en lugar de un botón blanco) aumenta los clics?

Los tests A/B (también conocidos como split testing) pueden ser más sencillos o más complejos.

• Los tests A/B sencillos incluyen uno o dos elementos que se pueden personalizar fácilmente, como la línea de asunto, el color de los botones y el tamaño.

• Los tests A/B más avanzados incluyen la personalización de diferentes elementos en la campaña de email, como la ubicación de las imágenes, el estilo de redacción o el uso de diferentes plantillas de email.

Puedes hacer estas pruebas manualmente, vigilando el rendimiento de tus campañas y enviando las nuevas campañas en función de esos análisis o puedes automatizar el proceso y utilizar herramientas de pruebas A/B como la de Mailjet.

Estas herramientas te permiten enviar distintas versiones de tus campañas a una pequeña muestra de tu audiencia antes de enviar la versión con mejor rendimiento al resto.

Las ventajas de hacer test A/B en tus campañas de email

1. Conocer mejor tu audiencia

Una de las principales ventajas que te ofrece el A/B testing es conocer más a fondo a tu audiencia. Viendo cómo tus contactos reaccionan a las diferentes versiones de tu email, puedes saber qué tipo de diseño les atrae más, si prefieren textos largos o más cortos, qué color llama más su atención, etc. Y así poder ofrecerles un contenido lo más optimizado posible.

2. Mejorar la conversión

Conocer a tu audiencia es la base para poder mejorar la conversión de tus emails, sea cual sea el objetivo de tu campaña (suscripciones, ventas...).

Con un test A/B puedes identificar si tu línea de asunto no es lo bastante atractiva o necesitas mover tu llamada para que sea visible de inmediato, y en general qué elementos están penalizando tu estrategia de email para poder corregirlos.

3. Innovar sin miedo

Si te gusta probar cosas nuevas, pero no quieres mandar al garete todo lo que has conseguido hasta ahora con cambios repentinos, esta técnica es ideal para verificar de antemano si los cambios que quieres introducir tendrán éxito o si tu idea es demasiado arriesgada para tu público objetivo.

Cómo hacer un test A/B en cuatro pasos

La mejor manera de realizar una prueba A/B con éxito es seguir un proceso bien definido. Esto te permitirá obtener una visión más completa de tus campañas y de los resultados obtenidos.

Te recomendamos que pongas en marcha los siguientes pasos cuando configures tus pruebas A/B:

1. Identifica el problema

Empieza por analizar las estadísticas de tus campañas de email. ¿Qué podrías mejorar?

Define el comportamiento del usuario e identificar cuáles son las áreas que dan problemas en tu tasa de conversión. Incluye también en tu análisis las landing pages o páginas de destino a las que llega tu audiencia después de hacer clic en tu email.

2. Define tu hipótesis

A partir de aquí, ya puedes formular una hipótesis, basándote en tu análisis, y definir qué resultado esperas obtener con cada cambio. Por ejemplo:

O bien…

3. Prueba tu hipótesis

Configura tus tests A/B en función de tu hipótesis. Crea una versión B y pruébala frente a tu plantilla actual, que actuará como versión de control.

También es importante que recuerdes qué métricas necesitas monitorizar para medir el éxito de las pruebas. Estas métricas deberían tener una relación directa con la hipótesis que estás probando.

Por ejemplo, si piensas que las aperturas mejorarán si añades el nombre del remitente o el de la compañía a tu campo “De”, o si personalizas la línea de asunto con el nombre del suscriptor, una métrica a seguir sería la tasa de aperturas.

4. Analiza los resultados de las pruebas y extrae conclusiones

Has enviado correctamente tu prueba de email a los grupos de usuarios definidos. ¡Enhorabuena! Ahora llega la parte más importante de tu trabajo: analizar los resultados. ¿Qué variante ha funcionado mejor?

Por ejemplo, si intentabas mejorar tus tasas de aperturas y ves que la nueva versión tiene mejor rendimiento que tu opción anterior, ya sabes qué tipo de email enviar a partir de ahora.

Si hay un claro ganador, implementa los cambios de inmediato. Si la prueba no te ha proporcionado unos resultados claros, regresa al paso número dos y vuelve a formular tu hipótesis sobre el cambio en el comportamiento de los usuarios que quieres lograr.

7 reglas clave para hacer un buen A/B testing

¿Estás deseando empezar a probar todos los elementos de tus emails? ¡Alto ahí! Antes de que te pongas manos a la obra, queremos dejarte siete consejos estratégicos que te ayudarán a aumentar las posibilidades de éxito de una campaña de A/B testing.

Regla n.º 1: Conoce qué y por qué te interesa probar tus campañas de email

Hacer pruebas sin tener un objetivo concreto es una pérdida de tiempo.

No te pongas a hacer pruebas como un pollo sin cabeza: sé consciente de la razón por la que quieres llevar a cabo un test A/B (incrementar la tasa de clics o la tasa de aperturas, disminuir la tasa de rebotes, aumentar el ROI de tus campañas...) y piensa en qué cambios podrían darte los resultados que buscas conseguir.

Regla n.º 2: Céntrate en los emails que envías con más frecuencia

En el momento en que empiezas a hacer test A/B, estarás desatado y querrás probar todas y cada una de las campañas de email que estás enviando.

Relájate, respira hondo y aleja las manos del teclado. De primeras, céntrate en los emails que envías con más frecuencia.

Regla n.º 3: Divide tu lista al azar

Elige al azar una parte más pequeña de tu lista de contactos para hacer la prueba de la versión del email más optimizada antes de enviar la campaña al resto de tu lista de suscriptores.

Para obtener resultados concluyentes, asegúrate de que eliges muestras del mismo tamaño.

Regla n.º 4: Prueba un elemento cada vez

Limítate a probar un solo elemento a la vez y deja el resto de variantes como estén. Por ejemplo, crea llamadas a la acción de distintos colores, pero no cambies nada más. Las pruebas multivariables son mucho más difíciles de analizar y, en muchos casos, ofrecen resultados menos claros.

De este modo, sabrás que la diferencia en tus tasas de apertura o clics está provocada por ese elemento, en vez de intentar adivinar cuál de todos los que probaste pudo ser el causante.

Regla n.º 5: Espera el tiempo necesario

Nuestra sugerencia en este caso sería que hicieras caso de los datos que tengas de la interacción de tus usuarios con campañas anteriores.

¿Cuánto tarda de media la mayoría de tu audiencia en interactuar con tu contenido? ¿Un par de horas? ¿Un día? Usa ese dato para decidir durante cuánto tiempo tiene que estar en marcha tu test A/B antes de enviar la versión ganador a al resto de suscriptores.

Regla n.º 6: Comprueba si los resultados son estatísticamente significativos

Lo peor de hacer test A/B es que necesitas un tamaño de muestras que resulte suficientemente grande para que los resultados sean significativos. En muchos casos los proveedores de email (ESP) calculan este número por ti y limitan las opciones de testeo si tu muestra no es suficientemente grande.

En el peor de los casos, si no puedes obtener un porcentaje mínimo, haz la prueba 50/50 en una de tus campañas y con la versión que funcione mejor sabrás qué cambios hacer para futuras campañas.

Regla n.º 7: Vuelve a hacer el test

Un test fallido no es necesariamente un fracaso. De hecho, la clave para los test A/B es aprender qué funciona y qué no para continuar haciendo pruebas en función de esos resultados.

Después de la primera prueba vienen más pruebas. Ya has descubierto qué líneas de asunto, llamadas a la acción, tiempo de envío o día de la semana ofrecen una mejor experiencia del usuario a tu audiencia. Ahora es el momento de pasar a otro elemento, empieza un nuevo test y repite hasta que hayas probado todos los elementos relevantes.

6 ejemplos de tests A/B para optimizar tu estrategia de marketing digital

Si te preguntas por dónde empezar, hemos reunido aquí varios ejemplos de tipos de test que mejorarán el rendimiento de tus campañas en un santiamén.

La mejor forma de entender qué funciona es probarlo todo. Pon a prueba elementos del diseño y del texto. Recuerda que no solo importa el diseño, sino que las conversiones están estrechamente relacionadas con el contenido que proporcionas.

Aprovecha algunas de estas ideas para aumentar la interacción de tu audiencia con tus emails.

Prueba la línea de asunto

Lo primero que deberías probar es la línea de asunto. Todas tus horas de trabajo podrían ser en vano si tu audiencia no llega ni tan siquiera a abrir tu email.

La línea de asunto tiene que ganarse al público, así que no tengas miedo de probar distintos enfoques. Puedes probar con frases divertidas, mensajes misteriosos o incluso con emojis. Por ejemplo, estas son algunas de las líneas de asunto que probamos en una de nuestras newsletters en 2023:

• Nuevas plantillas de formularios a tu disposición

• 7 plantillas nuevas de formularios (esta fue la ganadora)

• Más dispositivos para tus previsualizaciones

• ¿Cómo se ve tu email en los clientes y dispositivos nuevos?

Eso sí: recuerda actuar con precaución. Estamos seguros de que no querrás caer en la trampa del spam, así que evita usar palabras peligrosas como GRATIS o HAZ TU PEDIDO YA.

Prueba las imágenes

Una vez que tus destinatarios han abierto el email gracias a esa fantástica línea de asunto podemos centrarnos en optimizar el contenido del email.

Lo primero que va a llamar su atención son las imágenes y otros elementos visuales (especialmente en marcas de ecommerce o comercio electrónico). Prueba con diferentes banners, fotos de producto, etc. (podrías usar incluso GIF) en distintos tamaños y observa qué estilo visual ofrece un mejor rendimiento.

Prueba el texto

Hay ocasiones en las que los elementos visuales atractivos y los asuntos con gancho no son suficiente para convencer a tu audiencia, y entonces son tus palabras las que juegan un papel decisivo.

Prueba con diferentes estilos de redacción, longitudes y ubicaciones. Céntrate en los mensajes clave y aderézalos con el resto de elementos.

Si eres una tienda en línea, ¿por qué no haces pruebas con los precios o los descuentos? Inténtalo con diferentes tamaños, colores, ubicaciones e incluso el precio en sí. Esto será particularmente útil en fechas clave como Black Friday, las rebajas de enero o el día de San Valentín.

Prueba la llamada a la acción

Cuando el texto de tus títulos, subtítulos y párrafos esté optimizado, tu audiencia estará deseando hacer clic en tus llamadas a la acción (CTA).

Los botones de las llamadas a la acción son uno de los elementos más importantes en un email. En resumidas cuentas, tus emails tienen que atraer la atención de tu público, pero sobre todo, tienen que generar oportunidades de ventas en tu sitio web.

Así que no las menosprecies en tus pruebas: juega con los colores, tamaños, texto, ubicación, etc. Ten en cuenta que el texto del CTA también tiene que ser oportuno.

Prueba los enlaces a redes sociales

Además de los CTA, puedes incluir y probar otros enlaces. Un ejemplo serían los botones de las redes sociales.

Hoy en día hay que poner a disposición del público varios canales de comunicación, dentro de una estrategia omnicanal. ¿Por qué no incluyes botones de redes sociales vinculados a todos tus canales? Pruébalos para ver si resultan lo suficientemente atractivos como para hacer clic en ellos. Puedes usar varios tamaños, imágenes y configuraciones.

Prueba la hora de envío

Y, por último, pero no por ello menos importante, pon a prueba la hora de envío.

¿Qué prefieren tus destinatarios? ¿Abrir los emails por la mañana, por la tarde, durante la semana o el fin de semana? Averígualo gracias a tus pruebas y crea segmentos para cada uno de ellos, de forma que maximices las posibilidades de que interaccionen con tus emails.

Empieza a hacer tests A/B con Mailjet

Ya sabes todo lo que necesitas para empezar a hacer tests A/B de tus campañas de marketing: el proceso que debes seguir, qué tipo de pruebas usar y las siete reglas de oro que tienes que cumplir.

Si quieres empezar a hacer A/B testing en Mailjet, solo tienes que acceder a tu cuenta (o crear una aquí) y empezar a testear varias versiones de campañas. Con nuestra herramienta podrás configurar distintos criterios para tus campañas y elegir grupos de suscriptores a los que enviar hasta 10 versiones distintas.

Después solo tienes que enviar la versión ganadora al resto de tus suscriptores para ver cómo se disparan tus tasas de interacción. No dejes para mañana lo que puedas testear hoy.

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Este post es una versión actualizada del artículo "Guía para hacer A/B testing en tus campañas de email marketing" escrito por Juliane Heise y publicado en el blog de Mailjet en mayo de 2019.