Hay diferentes tipos de emails, como los de marketing y los transaccionales. Los emails de marketing, por lo general, se envían a muchos destinatarios simultáneamente e incluyen un mensaje comercial (por ejemplo, newsletters o anuncios de promociones). A diferencia de ellos, los emails transaccionales suelen enviarse a una persona en concreto después de que esta haya realizado una acción específica. Como ejemplos de emails transaccionales están las confirmaciones de pedidos o registros, los correos de restablecimiento de contraseña, los de autenticación…
Estas comunicaciones transaccionales, como los emails de confirmación, son muy importantes en la vida cotidiana de los consumidores. Casi un tercio de ellos reciben más de cuatro emails transaccionales al día, y ocho de cada diez están dispuestos a abandonar una marca en caso de mala experiencia con un email transaccional.
Además, como los mensajes transaccionales se espera recibirlos (mucho más que las campañas de marketing), tienen tasas de aperturas más altas. Por todo esto, los profesionales de marketing no deben descuidar el diseño y la formulación de estos emails. Si se usan correctamente, los emails transaccionales pueden incluso ser un potente recurso para diferenciarse de la competencia e impulsar los ingresos.
Aquí tienes unas cuantas prácticas recomendadas para diseñar emails transaccionales que te aporten buenos resultados y convertirlos en oportunidades de marketing:
RESULTADO
Dedicar esfuerzo a diseñar unos emails transaccionales inteligentes y atractivos te ayudará a mejorar el reconocimiento de tu marca e incrementar tus ingresos.